Cuando no hay más que decirnos habla el humo y rema en espiral.
En casi 1 hora y media debo estar conversando en un silloncito con mi psiquiatra, luego tengo que pagarle a su secretaria 45 mil pesos y de ahí saldré de la consulta y empezaré a caminar hacia Providencia, pasaré a algún local, me compraré un completo y un schop, estaré haciendo hora muy tranquilamente hasta que llame por teléfono a alguna persona y me diga: "no, no podemos vernos". Quedaré sorprendido, me asustaré y comenzaré a correr hacia Baquedano. Es oportuno creer que todo será así, supongo. Pero hoy es 27 del 7 del 7. Nuevamente muchos 7, y un dos. Pero no hay problema. (Suena Puente de Cerati en mi personal), un 27 fue la primera vez que hablamos, de eso ya casi 6 años. Y la existencia nos ha separado muchas veces. Y nos ha unido otras tantas. Para que sepan son las 13.18 minutos, extrañamente mi blog tiene mal puesta la hora. Gracias Porvenir. Es mejor unir la palabra, suena con más esperanza.

Tenemos con Simón listo el programa, no será ni Canal Melo, ni Los Melos, sino Canalízamelo, es lo mejor que se nos ocurrió, está bastante entretenido y pronto comenzaremos con las grabaciones, por ahora sólo nos sustentamos con la alegría permanente de los días con sol, sobre todo porque no tengo la memoria muy clara de cómo fue el verano del 2007. Y ya suena Crimen, creo que me iré pronto. Sólo sé que no es pérdida, creo que tengo que pedir sólo una cosa: Gracias por que sonreí. Eso no lo olvidaré. Mi ego va estallar, ahí donde no estás. Y que otra puedo hacer, si no olvido. Qué acto más oportuno. Pero me tranquiliza. En fin, esperen Canalízamelo, buen programa. No lo sé, cuánto falta, no lo sé, si es muy tarde no lo sé. Y que la televisión les regale una bella jornada de un mundo que no conocemos.