31.8.07


Mira el chiquito. Tengo la oportunidad de mirarle sus ojitos y cachetitos, que por alguna razón se le fueron (los ojitos no tanto, algún brillo le quedan ahora), y su boquita mojada. Qué razón más tierna para seguir existiendo. Yo provengo de una familia revolucionaria, de padre y madre que lucharon para conquistar la democracia y estos de padres y madres que lucharon por que el socialismo fuese una realidad palpable, de tíos y tías que de distintas formas conquistaron sus propias posibilidades intelectuales y de trabajo para poder superarse y entregarle día a día a mis primos una manera distinta de ver la realidad que nos sujeta a su cuerpo. Tengo 3 hermanos, inteligentes, un sociólogo, uno en vía de historiador y un niño en la media, cada uno ha tenido una forma de enfrentar lo que le sucede y de ellos aprendo mucho. Tengo increíbles primos y primas, que tienen sus particularidades que los hacen únicos, desde Pati hasta Constanza, años y años de experiencia. Y los amigos, claro, los amigos, los que han pasado y los que están: Jorge, Nico, Pablo, Naoshi y Francisca, los niños del 29. Más Grande vienen Andrés, Francisco, Ignacio, Mariano y Nico Salas. Niños que posibilitaron lo que hoy soy y de aquello estoy muy agradecido. Y Hugo, mi gran amigo, mi hermano, mi compañero de música, con Naihomi, compañera de letras y por hoy novia de mi hermano pequeño, para que en este último año conociera a mucha gente nueva, la cual por cercanía aún no sé cómo serán vistos en varios meses más, pero está Constanza, persona increíble y de mucha sabiduría, Daniela, hermosa niña, qué más decir, con ellas dos tenemos complicidad de existencia en muchas cosas y Matías, compañero de tantas conversaciones, cervezas y caminatas. E Irene, a veces siento que idealizo mucho su persona, pero la quiero y es así de simple, un cariño perpetuo, mi niña por largos 3 años. Y Francisco, el niño de la foto, ahora más grande él escribe, él toca música, de vez en cuando dibuja, analiza, le gusta mucho leer, pensar, viajar al sur, amar, jugar con sus gatos, recordar a la Pelusa, le encantan los días nublados y esconderse bajo las sábanas, le encanta ver películas, le gusta correr bajo la lluvia, beberse un vaso de cerveza, a veces más que uno, encender un cigarrillo en el silencio, le gusta conversar con gente que no conoce sobre muchos temas, le gusta The Doors, Congreso, The Smiths, Los Tres, Lucybell, Miles Davis y muchos otros grupos musicales, le gusta mucho el cariño, que lo abracen, que lo miren a los ojos y hace unos días se reencantó con el amor, se puso muy feliz y durmió muy tranquilo. Ese es él y ahora él es yo. Feliz vida, felices viajes al fondo de la tierra, niño chico, joven, prepoeta, músico.



Y nuevas voces, hermosos ojos y sueños que cruzan ciertas fronteras. 4 de enero: unión y convicción.




Carta para Carreras, noviembre del 2006




Para Carreras.
Hola, ya me imagino cómo estarás. Cansado, no hay duda. Pero quién te dijo que te debías meter en eso, quién. Hoy la culpa es de todos, está en nosotros leer la realidad y asumir que la inoperancia es poder para otros, recuérdalo. Alimenta a las gatitas, lava a la tortuga y abre la ventana de tu pieza. Los olores generan recuerdo. Yo tampoco quiero ser parte de ese círculo. No te escribiré más seguido porque los días se están tornando difíciles, no se encuentra salida en las vueltas, me temo que todo esto se reformulará de nuevo, que tú y yo tendremos que buscar un espacio para nuestro niño oculto. Recuerda, recuerda. Quiebra la violencia del lenguaje, traduce tu cariño en conceptos nuevos, mantén la empatía y la tolerancia como puntos centrales del nuevo mundo que construiremos, el amor levantará su rostro, no lo olvides. Te espero en la ultratumba.
-.Francisco

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